Nota y fotos de Carlos Alfredo Pereyra, editor de Pesadoblog
El pasado domingo 70 vehículos celebraron, con el denominado Tour Mercedes-Benz, un desfile-homenaje por los setenta años de presencia industrial de la marca en Argentina.
Una cuidada selección de unidades de todos los tiempos se volcó mayoritariamente a estelarizar los automóviles de la estrella, lo que conformó una espectacular caravana que rodó por ciertos lugares selectos de Buenos Aires y alrededores. El arranque de la misma fue en Vicente López, y ahí coincidimos con Autoblog, que estaba haciendo su cobertura, la cual se puede leer acá.
Pesadoblog accedió entusiasmado al lugar, pues lo primero que se veía eran colectivos y camiones. Pero la ilusión duró pocos instantes. En una rotonda, externa al sector donde se exhibían los automóviles, se concentraron unos pocos ejemplares de la extensa y variada historia industrial de Mercedes-Benz en el país.
Es decir, uno esperaba ver, con sobrados argumentos de representación, a utilitarios Sprinter (líder histórico de su segmento y exportándose a EE.UU.), a los buses urbanos (siempre vemos camiones carrozados como colectivos, y a los incombustibles 1114, los cuales nunca fueron buses). No había camiones 608, tampoco ningún ómnibus de larga distancia ni los legendarios camiones que precedieron a los 1114 y que se fabricaron por muchos años. Hoy se producen camiones Atego y Accelo (ver nota), que tampoco se vieron como muchos otros. Tantos, que ameritaban, tal vez, una caravana mayor. O quizás otra.
La caravana que no fue
En realidad, sí hay otra. Esa es la caravana homenaje de los vehículos de trabajo que se realiza todos los días anónimamente, ya que un museo rodante (no en muy buen estado a veces) sale de madrugada a ganar el sustento diario para miles de familias y siguen escribiendo la historia, tal vez en minúsculas, de nuestra Argentina. Estos añejos Mercedes se juntan en las calles y rutas con los nuevos ejemplares que salen hoy de la planta argentina de MB.
Si agudizamos el ojo, veremos todos los días, en cualquier lugar del país, vehículos con la estrella que hacen sonar a sus motores diésel. Algún día fueron cero kilómetro, otro día fueron digno y valioso usado. Alguna vez fueron manufacturados por manos argentinas, otra vez fueron atendidos en los centros de servicio por otros argentinos.
La extensa red de la marca es una garantía de confianza para que los camiones y buses reciban la atención y los repuestos que necesitan. Estos clientes fidelizados son los que verdaderamente han hecho grande a la historia de Mercedes-Benz en el país. Los números son elocuentes, ya que las unidades producidas en Gonzalez Catán superan, por mucho, a los excelentes automóviles importados que la marca produce en otras plantas del mundo. Es más, muchos clientes que poseen flotas de camiones o buses son usuarios particulares de automóviles de la marca de la estrella, es un caso muy frecuente.
Por eso insistimos, hay otra caravana anónima que celebra sin darse cuenta, todos los días, los setenta años de historia industrial en este territorio. Para ellos el reconocimiento de Pesadoblog.