Afilando los colmillos

Probamos el Peugeot 208

A mediados de 2020 comenzó la fabricación nacional del nuevo Peugeot 208. Con un diseño personal y agresivo, combinado con un sofisticado equipamiento, se lanzó a la conquista de un competitivo segmento.

El 208 es el más reciente modelo de la marca del león que se fabrica en el histórico complejo industrial de El Palomar. Comenzó a producirse a fines de julio del año pasado y un mes más tarde se lanzó comercialmente con la intención de abastecer al mercado local y regional (ver nota).

Esta segunda generación remplaza a la presentada en 2013, proveniente de Brasil, y se enmarca en la lograda serie 200 que nació en Europa en los 80 con el 205 y que puso un pie en el país a fines de los 90 con la producción del exitoso 206.

La llegada del 208 nacional implicó una inversión de 320 millones de dólares destinada a reconvertir el Centro de Producción del Groupe PSA para fabricar la nueva plataforma CMP (Common Modular Platform).

El nuevo 208 llegó a la Argentina con irreprochables antecedentes. En Europa, la prensa especializada lo distinguió con el título de Car of the Year 2020. Una distinción similar recibió en nuestro medio por parte de los Periodistas de la Industria Automotriz (PIA), quienes lo consagraron como mejor Auto Regional 2020.

Un diseño premiado

Con relación a la generación previa, el nuevo 208 es más largo, más ancho y más bajo. Este cambio de proporciones le imprimió un perfil más dinámico y deportivo sin sacrificar habitabilidad. Su diseño está emparentado con otros modelos referentes de Peugeot como los SUV 3008 y 5008.

El frontal introduce elementos que lo dotan de una fuerte personalidad que seguramente marcarán una nueva tendencia en la identidad de la marca. La parrilla quedó integrada por una sola apertura que ocupa casi todo el alto de la trompa. Aloja en su centro el espacio porta-patente y por encima asoma un protagónico león 3D. En lugar de las tradicionales barras longitudinales, la textura de la grilla está determinada por una serie de pequeñas molduras de dimensión variable, cromadas en las versiones Active, Allure y Feline.

Peugeot 208
Curvas sensuales en el remate. El 208 hereda estilísticamente a los míticos 205 y 206.

Pero el rasgo distintivo que marca un nuevo punto de partida es la disposición vertical de las luces LED diurnas alojadas en los extremos del paragolpes. Estos “colmillos” juegan con la curva de la parrilla y definen la agresiva personalidad del frontal. En la versión Feline, los colmillos se combinan con tres faros LED verticales.

Otro detalle inaugural del nuevo Peugeot es la tipografía volumétrica y facetada de la sigla “208”. Por su parte, el capó se caracteriza por una curva de suave declive acentuada en el borde y unas molduras en los extremos que elevan su área central.

Sin caer en la tentación escultural, el lateral se resume a unas pocas líneas de carácter, suficientes para dotarlo de personalidad pero sin sobrecargarlo. El techo describe un arco  continuo que baja suavemente a la altura de las plazas traseras y se extiende con el alerón del portón trasero. La vista se complementa con las llantas de aleación liviana de 16”, diseño Kenobi diamantada.

Peugeot 208
Grilla de apertura única y luces LED diurnas verticales imprimen la personalidad del nuevo Peugeot 208.

El remate posterior del 208 es otro de los puntos de fuerte personalidad. El conjunto óptico aloja tres luces que reinterpretan las garras de la generación anterior. Una moldura plástica negra se extiende a lo ancho del portón y vincula los dos conjuntos. En la vista lateral, el portón describe una curva sensual y dinámica que se acentúa aun más por la extensión del paragolpes.

La unidad que probamos lucía un acabado Negro Perla, un color que no ayuda a visualizar los sutiles juegos de curvas y planos de la carrocería y los detalles de terminación de los insertos plásticos (en negro, casualmente). La limitada gama cromática se completa con las opciones Blanco Banquise, Blanco Nacré, Gris Aluminium y Azul Quasar.

El diseño del 208 fue reconocido a pocos meses de su estreno internacional con los premios “Car Design Award 2019”, “Red Dot 2020” y “Gran Premio al interior más bello del año” en el 35º Festival Internacional del Automóvil celebrado en París.

Jugando con el i-Cockpit

El nuevo 208 se comercializa en nuestro país en las versiones Like, Active, Allure y Feline. Autos&Clubes probó la variante Allure, la segunda en equipamiento detrás de la Feline. Esta versión está impulsada por el conocido motor EC5 1.6 16v VTi de 115 cv. En esta unidad, el propulsor estaba acoplado a una transmisión manual de cinco velocidades. De manera opcional, las versiones Active, Allure y Feline pueden equiparse con transmisión automática secuencial de seis marchas Tiptronic.

El impulsor -el mismo que montan los modelos nacionales 308 y 408- debió ser modificado en su altura para poder alojarlo en el vano motor y cumplir con las reglamentaciones de pruebas de choque peatón. Puntualmente, se intervino en el embellecedor de la tapa de válvulas y el cárter de aceite. El EC5 está disponible en todas las versiones y es opcional en la Like, la variante de entrada de gama que equipa de serie el motor EB2 de tres cilindros, 1199 cc y 82 hp. Este motor de bajo consumo es fabricado en Trémery, Francia.

Motor del Peugeot 208
El motor es el conocido EC5 1.6 16v VTi de 115 cv.

El habitáculo denota la modernidad y tecnología con la que fue concebida y equipada esta generación. Luego de acomodarnos en la butaca tuvimos la oportunidad de experimentar con el “i-Cockpit”, la original propuesta de Peugeot para el puesto de conducción. La sensación al primer contacto resultó extraña. La disposición relativamente alta del instrumental y la posición baja del volante requiere de un tiempo de asimilación. El volante es muy compacto y aplanado en sus curvas superior e inferior para evitar superponerse con la lectura del instrumental y dejar espacio para las piernas del conductor. La posición óptima de manejo se encuentra luego de combinar la altura y la profundidad del volante con la altura y la ubicación longitudinal de la butaca.

Este nuevo concepto ergonómico se complementa con la pantalla táctil multifunción orientada hacia el conductor y un comando de teclas (toggle switches) alojados en la consola central que comandan las funciones del aire acondicionado, desempañador, ventilación, cierre de puertas y balizas. Esta última tecla, por su función de emergencia, creemos que debería tener un tratamiento diferente con un tamaño y ubicación que la distinga fácilmente de las otras.

El volante inteligente opera funciones del teléfono móvil y el equipo de audio. El 208 dispone de controles de limitador de velocidad y velocidad crucero, pero su accionamiento debajo del volante no es práctico. Por comodidad y seguridad, estas funciones deberían activarse desde el propio volante.

Peugeot 208
El instrumental de efecto 3D se puede configurar personalmente. El display está orientado hacia el conductor.

El “i-Cockpit” debutó con el primer 208 y en esta nueva generación incorpora un efecto 3D en el panel de instrumentos que distribuye la información en planos diferentes jerarquizados según su importancia. A través de una ruedita en el volante, el conductor puede optar por cuatro variables (dos de ellas configurables). Nos gustó la disposición “Cuadrantes”, la elegimos, y nos acompañó en los más de 500 kilómetros recorridos.

El panel es perfectamente visible en todas las condiciones de luminosidad; la intensidad lumínica se ajusta automáticamente para asegurar la legibilidad tanto en la conducción diurna como nocturna.

El habitáculo sugiere estar a bordo de un auto más lujoso que deportivo. El sobrio tapizado de Alcántara negro se engama con el color de la carrocería. Esta terminación está disponible en las versiones Allure y Feline, al igual que el apoyabrazos para el conductor. La plancha de a bordo ofrece detalles de negro brillante con insertos cromados y una zona inferior con terminación símil fibra de carbono. Reinterpretando una vieja herencia de Peugeot, esta versión dispone de techo panorámico vidriado, con cortina de accionamiento manual.

Un león en las rutas

Una vez que nos hicimos amigos del “i-Cockpit”, nos pusimos en marcha. El encendido y apagado es por botón con llave presencial. La dirección asistida eléctricamente responde de manera franca y dócil. La pequeñez del volante y la facilidad de manipularlo nos remitió al manejo de un karting. Los cuatro metros del 208 se acomodan fácilmente tanto para driblar en el tránsito como en las maniobras de estacionamiento, un oasis de placer en plena jungla citadina.

En ruta, el EC5 nos permite llegar a 100 en poco más de 11 segundos. Donde fue posible crucereamos a 120 km/h y en los pocos tramos habilitados alcanzamos los 130 km/h. En esa condición, el motor empujó cómodo, el andar resultó estable y el habitáculo se mostró silencioso.

Según la computadora de a bordo, en la conducción urbana el 208 consumió 10 litros cada 100 kilómetros, en tanto que en ruta necesitó 6,1 litros para recorrer la misma distancia.

En materia de equipamiento, la versión Allure tiene de todo menos las sofisticadas asistencias a la conducción (alerta de riesgo de colisión, frenado automático en emergencia, asistencia al mantenimiento de carril y sensores de estacionamiento trasero, entre otras), que son exclusivas del Feline. Incluye de serie airbags laterales y de cortina, control de estabilidad, recarga inductiva de dispositivos móbiles y cámara de retroceso.

Peugeot 208
El habitáculo sugiere estar a bordo de un auto más lujoso que deportivo. El sobrio tapizado de Alcántara negro se engama con el color de la carrocería.

Como estandarte de la exitosa serie 200, el nuevo león nacional está llamado a profundizar la huella que heredó de su antecesor y del laureado 206. Un diseño contemporáneo y agresivo combinado con un sofisticado equipamiento son los atributos que tiene para lograrlo.

Fotos: Freddy Pereyra

Peugeot 208
Sutiles juegos de curvas y planos de la carrocería y una nueva interpretación de las garras en los faros traseros.
Peugeot 208
Techo vidriado con apertura manual. Una marca registrada del león.

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