Rombos en el Gálvez

Rombos en el Gálvez

El autódromo porteño fue el escenario para reunir clásicos y contemporáneos de Renault.

Fotos: Fernando Gómez / Gustavo Feder

Cuando parecía que el invierno ya nos había abandonado, la gélida mañana del domingo 28 de agosto nos advirtió que todavía le quedan algunas batallas para dar en lo que resta de la temporada 2022. Desafiando al frío, y después de pegar el madrugón, una larga fila de históricos Renault empezó a formarse frente al inconfundible arco del Autódromo Oscar y Juan Gálvez para ponerle calor y color al encuentro de la marca francesa convocado por ExpoAutos BsAs.

Mientras el sol se elevaba tímidamente del horizonte porteño, los autos se fueron ubicando en el playón detrás de los boxes. En total, se logró agrupar un variado parque de más de 160 unidades integrado por modelos históricos y contemporáneos, importados y nacionales, desde los simpáticos Dauphine a los picantes Sandero RS. La gama nacional quedó representada por ejemplares de Renault 4, 12, 18, 19, 21, Fuego, Fluence y Trafic; por el lado de los importados jugaron los Laguna, Twingo y los cabrios R-19 y Megane.

Literalmente, hubo de todo: originales, planchados, oxidados y personalizados con amplitud de criterio.

El autódromo porteño fue el escenario para reunir clásicos y contemporáneos de Renault.
Los más viejitos: Dauphine y Gordini.

Participaron del encuentro las agrupaciones Club Renault 12, Club Amigos de la Trafic, Club Renault 21, Club Laguna Buenos Aires, Renault Cabriolet Argentina, Club Renault Gordini & Clásicos, Locura x Renault, Club Renault Fuego, Club Sandero RS, Torinos Unidos de Argentina y Club Renault 18 Zona Sur. Además, se sumaron al evento algunos expositores particulares.

Junto a los modelos de estricto ADN Renault, se integraron al evento algunos Torino, destacándose el número 2 que participó en la histórica Misión Argentina de 1969.

Poco después de las 11:00 llegó el momento más esperado, cuando todos los autos pudieron girar una vuelta por el circuito 8 del coliseo porteño. Detrás del auto de seguridad, se ubicó el Torino nº2 escoltado por un Torino 380 de 1967 y un Lutteral de 1972.

Invitado por los organizadores, participó del evento el ex piloto Gustavo Der Ohanessian quien recordó que gran parte de su carrera profesional lo hizo defendiendo los colores del rombo.

La jornada finalizó con la entrega de premios a los mejores autos y al mejor club.

El autódromo porteño fue el escenario para reunir clásicos y contemporáneos de Renault.
Desde adentro. Una vuelta en el circuito 8 detrás de la histórica nº2 y un Torino 380 de 1967.
Rombos en el Gálvez.
Unidos por el rombo: distintas agrupaciones Renault compartiendo la misma pasión.
El autódromo porteño fue el escenario para reunir clásicos y contemporáneos de Renault.
Club Renault 12 presente.
El autódromo porteño fue el escenario para reunir clásicos y contemporáneos de Renault.
La Trafic lista para salir a rutear.
El autódromo porteño fue el escenario para reunir clásicos y contemporáneos de Renault.
La cupé Torino nº2 que participó de la Misión Argentina de 1969.
El autódromo porteño fue el escenario para reunir clásicos y contemporáneos de Renault.
Los más contemporáneos y picantes: Sandero RS.
El autódromo porteño fue el escenario para reunir clásicos y contemporáneos de Renault.
Laguna, la alta gama de Renault.
Rombos en el Gálvez
Toros entre rombos: Torino 380 1967, Lutteral 1972 y detrás la nº2.
El autódromo porteño fue el escenario para reunir clásicos y contemporáneos de Renault.
Impecable Renault 21 Nevada.
El autódromo porteño fue el escenario para reunir clásicos y contemporáneos de Renault.
El piloto Gustavo Der Ohanessian contó anécdotas a bordo de Renault.
El autódromo porteño fue el escenario para reunir clásicos y contemporáneos de Renault.
Club Renault Fuego.
Rombos en el Gálvez
Para todos los gustos.

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